Imaginación Extrema: Cuando la Mente Crea Universos Paralelos o Vacíos
Aug 28, 2023La capacidad de evocar imágenes mentales es algo que damos por sentado en nuestra vida cotidiana, pero ¿qué sucede cuando algunas personas no pueden hacerlo o, por el contrario, experimentan imágenes mentales extraordinariamente intensas? Son dos realidades diferentes, complicadas de compartir. Los científicos están explorando estos fenómenos para comprender mejor los vínculos entre la visión, la percepción y la memoria.
En un fascinante estudio sobre las imágenes mentales, los científicos han revelado dos condiciones extremas: la afantasía, en la que las personas carecen de imágenes mentales, y la hiperfantasía, donde las imágenes son excepcionalmente intensas. Estas condiciones han llevado a nuevas investigaciones para comprender cómo las imágenes mentales están relacionadas con los sentidos y la memoria. En este artículo, exploraremos los sorprendentes hallazgos y las implicaciones de vivir sin imágenes mentales o con imágenes vívidas.
El neurólogo británico Adam Zeman se interesó en estas condiciones cuando conoció a un paciente que había perdido la capacidad de evocar imágenes mentales después de una cirugía cardíaca. Desde entonces, Zeman y sus colegas han identificado a miles de personas que afirman no tener imágenes mentales (afantasía) o tener imágenes extremadamente intensas (hiperfantasía).
Investigaciones recientes sugieren que estos trastornos pueden estar relacionados con cambios en las conexiones cerebrales que vinculan los centros visuales con otras regiones. También se está explorando cómo este cableado puede evocar otros sentidos, como el sonido, en la mente. En el futuro, estas investigaciones podrían llevar al fortalecimiento de las imágenes mentales a través de técnicas como la estimulación magnética.
Las encuestas realizadas revelan que la afantasía puede extenderse más allá de la visión y afectar a otros sentidos. Algunas personas no pueden escuchar los sonidos imaginarios, mientras que otras pueden tener imágenes mentales sin problemas. Sin embargo, estas encuestas tienen limitaciones, ya que dependen de la autorreflexión de los participantes.
Para comprender mejor estas condiciones, se han llevado a cabo experimentos utilizando la respuesta de las pupilas y la conductividad de la piel como indicadores de la presencia de imágenes mentales. Los resultados muestran que las personas con afantasía no presentan las respuestas físicas esperadas cuando se les pide que imaginen ciertos objetos o experiencias.
Los estudios de escaneo cerebral también han revelado diferencias en las regiones cerebrales involucradas en la afantasía y la hiperfantasía. Las personas con hiperfantasía muestran una mayor actividad en las regiones que conectan la parte frontal con la parte posterior del cerebro, lo que podría explicar la intensidad de sus imágenes mentales.
La afantasía se caracteriza por la incapacidad de ver imágenes mentales, aunque los recuerdos visuales siguen intactos. Las personas con afantasía pueden responder preguntas sobre hechos visuales, pero no pueden visualizarlos en su mente. Por otro lado, las personas con hiperfantasía experimentan imágenes mentales tan vívidas que a menudo tienen dificultades para distinguir entre la realidad y la fantasía.
Los estudios revelan que aproximadamente el 2,6% de las personas tienen hiperfantasía, mientras que el 0,7% experimenta afantasía. Sin embargo, estos trastornos siguen siendo un enigma para los científicos, y se necesitan más investigaciones para comprender completamente su origen y mecanismos subyacentes.
La afantasía puede tener sus ventajas, ya que las personas con esta condición pueden evitar la carga emocional de revivir experiencias traumáticas visualmente. Por otro lado, la hiperfantasía puede llevar a recuerdos falsos y una dificultad para distinguir entre la realidad y la fantasía.
Aunque se están explorando posibles terapias, como la estimulación magnética, para fortalecer los circuitos cerebrales asociados con las imágenes mentales en personas con afantasía, existen preocupaciones éticas y posibles efectos secundarios indeseables.
La investigación sobre la afantasía y la hiperfantasía ha revelado fascinantes diferencias en la forma en que las personas experimentan las imágenes mentales. Mientras que La ausencia de imágenes mentales en la afantasía y la intensidad extraordinaria de las imágenes en la hiperfantasía plantean preguntas intrigantes sobre la relación entre la visión, la percepción y la memoria. A medida que los científicos desentrañan los misterios detrás de estas condiciones, podríamos obtener una mejor comprensión de cómo funciona nuestra mente y cómo interactuamos con el mundo que nos rodea. En última instancia, estos hallazgos podrían tener implicaciones importantes para el campo de la neurociencia y abrir nuevas perspectivas sobre la riqueza y diversidad de la experiencia humana. Algunos viven sin imágenes, otros se sumergen en un mundo de imágenes vívidas.
Estos hallazgos nos invitan a reflexionar sobre la diversidad de la experiencia humana y cómo las imágenes mentales pueden afectar nuestras emociones y percepciones. A medida que continuamos explorando estos extremos, podríamos encontrar nuevas formas de entender la imaginación y cómo influye en nuestra vida diaria.
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